Dicen que tras lo tormenta llega la calma, pues algo parecido me pasó este fin de semana. Tras un sábado de nubes y algunas gotas de llovizna, amaneció un domingo claro y despejado. Tras resolver algunos asuntos personales, me plante en la playa solitaria junto a la implicada en la sesión de fotos.
Tras dejar el coche en los aparcamientos del Funny Beach, andamos unos metros cargados de tripode, camra de fotos, maleta, ropa, sombreros...y hasta un perchero y una guitarra. Tras llegar a una zona despejada y tranquila comenzamos a preparar todo el asunto. A veces de frente, aveces de perfil comencé a inmortalizar la figura veraniega de la modelo del momento.
Pasados unos minutos tuvimos que luchar contra contras las inclemencias del viento, que coincidió con con el cambio de indumentaria en la que se incluía un sombrero que nos soluciono el problema del pelo alborotado. Con la nueva vestimenta despertó el duende de la Simonetta Vespuccio de la ocasión. El baile y la interacción con un instrumento tan andaluz como la guitarra hicieron que tanto sentada como de pie saliera a relucir el espíritu flamenco.
En definitiva, echamos una jornada matutina bastante amena y productiva con un resultado satisfactorio. Esperemos repetir muchos más sobre esto.